El cálao es un ave originaria del sudeste asiático, cuyo hábitat lo constituyen las selvas del noreste de la India, Vietnam, Malasia e Indonesia.
Se conocen 64 especies de esta ave, a la que la etnia Punan Bah, de Malasia, considera una criatura divina que custodia el fino velo entre la vida y la muerte. Según esta tradición, el cálao es quien transporta las almas en su tránsito de la tierra al cielo.
Los primeros ejemplares de esta especie que llegaron a Europa lo hicieron en el siglo XIX. Llamaron bastante la atención porque, cuando el cálao está en tierra, camina de un modo bastante parecido al de los humanos. Sin embargo, lo más atractivo de su físico fue su pico, dado que es muy largo y tiene sobre él una protuberancia córnea. Esta característica le proporciona tanto su nombre científico como el popular: Buceros bicornis y cálao bicorne, respectivamente.
Los ejemplares de esta ave miden entre noventa centímetros y un metro de longitud.
El cálao hace su nido en agujeros practicados en los troncos de los árboles, dentro de los cuales tiene la costumbre de encerrar a su pareja, mientras esta incuba los huevos y después cría a los polluelos. Tales agujeros los hace alejados del suelo, para evitar que llegue hasta ellos algún depredador terrestre. Al parecer, otro motivo para este emparedamiento es el propósito de asegurarse de que su descendencia sea realmente suya.
De acuerdo a la mayoría de los informes ornitológicos, tan curiosa costumbre se manifiesta del siguiente modo: cuando la hembra del cálao se introduce en el nido para empollar a sus crías, su compañero tapa con barro la entrada al nido, dejando apenas una pequeña abertura para darle de comer a ella y a los pichones, cuando estos nacen.
A partir de entonces y hasta que los hijos están en condiciones de valerse por sí mismos –que es al cabo de tres o cuatro meses, según la especie–, la hembra del cálao permanece encerrada en el nido, como algunos hombres celosos e inescrupulosos tienen o quisieran tener a sus mujeres.
Llama la atención que el mito de la actitud machista del cálao haya pervivido, pese a informes que contradicen cuanto se ha dicho o escrito. La mayoría de estos informes son relativamente recientes, de los últimos veinte años.
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El primero fue presentado en 1935 por el ornitólogo inglés Reginald Ernest Moreau. Tras pasar algún tiempo observando a parejas de la especie, Moreau concluyó que es la propia hembra la que tapa gran parte de la abertura. Solo cuando le queda un pequeño espacio para ingresar al nido es que el macho hace su aporte de albañilería. Este informe fue desechado hasta finales del siglo XX, por considerarse un producto de la fantasía. Sin embargo, los estudios realizados en los últimos veinte años lo confirman.
También se corroboró otro detalle del que poco se había hablado: durante su encierro, la hembra del cálao muda completamente su plumaje. Gracias a ello, sale renovada de su voluntaria prisión, tal y como ocurre en nuestro tiempo con algunas féminas que se internan en un spa para realizarse lo que en inglés se denomina extreme make over, esto es, una reconstrucción total.
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Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).
Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una soga, La vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños Teresa, Mi mamá es más bonita que la tuya, Evitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.
«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».
Ciudad Valencia / Foto del autor: José Antonio Rosales
