A propósito de las elecciones en EEUU, no hay forma de que en ese país, autoproclamado paladín de la democracia en el mundo, haya democracia.

Sí, ya sabemos que EEUU ha invadido países para “instaurar” la democracia, ha propiciado golpes de Estado, asesinatos políticos, revueltas y, para rematar, financió agrupaciones como Al Qaeda, que resultó en la creación del grupo terrorista que más daño ha causado directamente en esa nación.

Sin olvidar que ISIS era un grupo de pequeña categoría hasta que un funcionario gringo lo menciono en una comparecencia pública como enemigo peligroso, lo que contribuyó a que miles de radicales se sumaran a las filas de esta otra agrupación.

En resumidas cuentas, la democracia que EEUU proclama a nivel universal no existe en su propia tierra.

Veamos algunos hechos. En primer lugar, tenemos un sistema de elección indirecta completamente dictatorial. El ciudadano vota por un candidato, pero en realidad lo que elige es a un colegio electoral. Quien gane en un estado obtiene todos los delegados electorales de ese estado, es un tema bastante explicado en el que no veo motivos para ahondar aquí.

 

Elecciones en EEUU
Minorías étnicas o trabajadores por hora tienen muchos problemas para participar en las elecciones de EEUU.

 

Y ganará quien más votos obtenga en los estados con más población, es decir, los estados pequeños son prácticamente inexistentes. No vale lo mismo un voto de Wyoming, que tiene 3 votos electorales, a uno de California que tiene 55; o Florida, que tiene 29.

Luego el voto de un californiano vale 18 veces más que uno de Wyoming. Por cierto, ¿saben si alguno de los candidatos presidenciales visitó ese estado?

Veintiocho estados de 50 no llegan a diez votos del colegio electoral. Si un candidato no saca ningún voto en 40 estados, pero gana por un voto en estos once: California, Texas, Nueva York, Florida, Pensilvania, Illinois, Ohio, Míchigan, Georgia, Nueva Jersey, Washington  y el Distrito de Columbia, será el presidente.

Otro aspecto a destacar del proceso electoral en el país que quiere imponer su democracia es que no existe un padrón electoral único, nacional y permanente (un CNE como en Venezuela).

Ese sistema es controlado por los estados, los cuales a su vez lo delegan a los condados en autoridades locales con sus propias reglas y exigencias. Debemos recordar que en EEUU no existe un sistema de identificación único y que prácticamente las licencias de conducir son el documento de identidad válido para inscribirse y votar.

En algunos casos es posible hacerlo con el número del seguro social, pero quienes no posean estos documentos (no imprescindibles, quizás no manejes o no tengas seguro social) probablemente no se inscriban para votar.

 

elecciones en EEUU

 

En algunos estados los requisitos para votar son exigentes. En Florida, una persona que haya sido condenada por delito y no haya pagado los costos del proceso judicial (sí, en EEUU te meten preso y debes pagar por ello) no tiene derecho al voto.

Además, para participar en las primarias de un partido debes inscribirte en el mismo padrón electoral nacional, por lo que al inscribirte para votar debes declarar el partido de tu afiliación o declarar que eres independiente, pero esta es la última opción que aparece en la planilla.

Los partidos no manejan su propia regulación para las elecciones internas, lo que trae como consecuencia que existe una especie de conocimiento de quién es quién en el padrón electoral. En la imagen mostramos parte del formulario para inscribirse como elector en Nueva York.

 

elecciones en EEUU
Participantes en las elecciones de EEUU en Florida quedan plenamente identificados con esta planilla…

 

Grupos étnicos o socioeconómicos no privilegiados tienen dificultades para ejercer el voto. Entre los requisitos están “residencia, identificación o sin deudas con el sistema judicial”, como exige la norma floridiana.

Hay un aspecto sumamente importante y determinante en el proceso electoral de los EEUU, y es el financiamiento partidista de las campañas. Los candidatos y los partidos reciben donaciones multimillonarias, y aunque éstas son públicas, las mismas se han convertido en una especie de concurso para determinar quién tiene más apoyo.

El candidato con mayor recaudación es el favorito de los grandes capitales y esto conlleva una especie de subasta del candidato, quien se compromete fuertemente con sus donantes, los cuales aspiran, legítimamente, que la inversión hecha en su candidato sea retribuida con favores de diversa índole.

Y aunque esto sucede en todo el mundo y en muchos países es fuente de corrupción, en EEUU resulta una especie de compra legalizada del candidato, lo cual ocurre en todos los niveles de elección.

 

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Para concluir con este corto análisis (creemos que el sistema electoral en EEUU debe ser mejor explicado en posteriores entregas), las elecciones en la nación del Tío Sam se desarrollan un martes, día laboral, por lo que muchísimas personas, sobre todo de la clase trabajadora ni siquiera pueden pensar en perder tiempo para asistir a votar.

Y es que en la nación que se autoproclama defensora universal de la democracia los sueldos son por hora. Una gran cantidad de trabajadores, sobre todo minorías como hispanos, negros o pobres, con dos o más trabajos y sin seguridad laboral, no puedan arriesgar su puesto de trabajo para asistir a votar.

Tenemos, pues, un breve panorama de que el sistema electoral de EEUU viene siendo un fraude generalizado para la humanidad. Por lo que aunque Bush y Trump no fueron favorecidos por el voto popular, llegaron a ser presidentes de los EEUU. ¡Qué vergüenza!

 

Fernando Guevara / Ciudad VLC