Los primeros esclavos traídos al territorio que hoy ocupa Venezuela llegaron a comienzos del siglo XVI, no provinieron de África y fueron seis hombres de piel blanca, oriundos de los reinos de Castilla y Aragón.
Los seis eran individuos que, por razones económicas, se habían vendido como esclavos por un cierto número de años, una práctica que era común en la Europa medieval y renacentista.
Entre los indios que habitaban estas tierras antes de la Colonia, existía un tipo de esclavitud temporal en la que los amos no eran propietarios de las personas sometidas.
Los esclavos indios eran prisioneros de guerra a los cuales les daban los nombres genéricos de macos e itotos y su utilización por los vencedores era por un tiempo determinado, no de por vida.
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Al término de ese tiempo, tanto los macos como los itotos recobraban por igual su condición de hombres libres y podían reintegrarse a su antiguo grupo o quedarse en aquel que habían servido.
La esclavitud tal como la conocemos se inició en nuestro territorio en los primeros años de la colonización española, cuando los colonizadores compraron a algunos macos e itotos de varias tribus que eran enemigas y los pusieron a trabajar sin remuneración alguna en actividades mineras y agrícolas.
Y, a diferencia de las costumbres indígenas, ellos sí establecieron que la esclavitud era de por vida y una persona solo se liberaba de ella con su muerte.
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Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).
Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una soga, La vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños Teresa, Mi mamá es más bonita que la tuya, Evitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.
«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».
Ciudad Valencia / Foto del autor: José Antonio Rosales
