Garbanzos

Los garbanzos son protagonistas de la dieta mediterránea desde hace miles de años (lejos de quedarse atrás o encorsetados en la cocina más tradicional), estos tesoros nutricionales son capaces de protagonizar recetas innovadoras y diferentes que les dan aún un lugar más protagonista en la cocina.

Los garbanzos son una fuente abundante de nutrientes esenciales. Son ricos en proteínas, fibra, vitaminas (como la vitamina B6 y ácido fólico) y minerales (incluyendo hierro, magnesio y potasio). Su contenido de fibra contribuye a una digestión saludable y puede ayudar a controlar el apetito, lo que los convierte en un aliado para mantener un peso saludable.

 

Todas estas propiedades hacen de los garbanzos un súper alimento en toda regla; pero, además, contribuyen a beneficios concretos para nuestra salud:

  • Salud del corazón
  • Control de peso
  • Regulación del azúcar en sangre
  • Salud digestiva:

Tips para cocinar garbanzos

Cocinar garbanzos de manera perfecta es esencial para aprovechar su sabor y textura al máximo.

  • Remojo adecuado: Es recomendable remojarlos durante al menos 8 horas o toda la noche en agua. Agregar una pizca de bicarbonato de sodio al agua de remojo puede ayudar a ablandar la piel de los garbanzos y reducir el tiempo de cocción.
  • Agua templada: Coloca a cocer los garbanzos iniciando el proceso con agua templada, para evitar que su piel se endurezca y se minimice la pérdida de nutrientes.
  • Cocción lenta: Esto permite que se cocinen de manera uniforme y absorban bien los sabores de los ingredientes con los que se cocinen.
  • Evita la sal al principio: No añadas sal al agua de cocción al principio, ya que puede endurecer los garbanzos. Añade la sal al final de la cocción o cuando estés preparando el plato.

 

Los garbanzos ofrecen una versatilidad alucinante gracias a la que pueden ser protagonistas de platos mucho más ligeros e, incluso, de postres.

 

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Ciudad Valencia/Legumbres Luengo