Ubicada en la comunidad llamada El Calvario, exactamente en la calle prolongación Fernando Figueredo, cruce con prolongación Manrique, de la parroquia Candelaria oeste, en el municipio Valencia, estado Carabobo, se encuentra un lugar conocido por algunos valencianos como la Capilla de la Virgen del Níspero, donde se resguarda una interesante historia ocurrida un 11 de mayo de 1937, hace ya 87 años de aquella aparición.
Historia de la Historia de la Capilla de la Virgen del Níspero pero
Esta aparición ocurrió en la casa de una señora llamada Simona Morillo de Aguilar. Ella y sus hijas Carmen Elena y Juanita Aguilar fueron unas de las personas que presenciaron el hecho. Según la historia que se ha difundido por tradición oral desde hace años, una vez, la señora Simona recibió 12 nísperos que le trajo generosamente su hermana, pero una de sus hijas, Carmen Elena, en una de sus travesuras tomó los nísperos, los envolvió en una mantilla (que fue con la que envolvieron al nacer a su hermanita menor, Juanita Aguilar en 1936) supuestamente para que se maduraran más rápido, y los escondió en un baúl, dejando en el olvido dicha travesura.
Pasó el tiempo y la señora Simona, aun sin saber del asunto, recibió la visita de unos parientes en su casa. Esmeradamente preparó un almuerzo para recibirlos. Pero su hija Carmen Elena, ya había dicho en otras ocasiones, que del baúl salían unos rayos de luz, sin embargo, su madre no le prestaba mayor atención, por tratarse de ciertas ocurrencias de su hija.
La aparición de la Virgen en la fruta de un Níspero
Ese día, mientras la niña Carmen Elena se encargaba de preparar la mesa para el almuerzo, salió a buscar en el viejo baúl unos manteles y otras cosas. Se percató que la mantilla que envolvía la fruta semi disecada de níspero tenía una extraña figura en su extremo superior y este hecho fue lo que llamó la atención de la madre.
Examinada con detenimiento a la nítida luz del mediodía, se pudo apreciar una bella carita. Era casi la cara de una niña. Un examen más minucioso efectuado por un artista vecino aficionado a la escultura, reveló que se trataba de una figura que al ser detallada con la ayuda de una lupa se reveló plenamente y esto fue lo que se observó:
Sobre la cara de definidos colores, un velo que parecía cubrir la cabellera cayendo sobre los hombros y ya se advertían los brazos y las manos que se juntaban en el pecho de donde brotaba un alto relieve, como un corazón. En la parte de atrás se estaba formando una especie de nicho de la pulpa disecada de la fruta. Sin duda alguna, la comunidad aseguró que se trataba de una aparición mariana y a partir de ese momento, la feligresía comenzó a reconocerla como tal.
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Lastimosamente la protagonista de esta historia, la niña Carmen Elena, murió a temprana edad, con tan solo 14 años y sin evidencia fotográfica hasta los momentos. Es aquí donde se desprenden dos causas de su temprana partida, la primera, según la versión realizada por Carlos Delgado Niño fue por una enfermedad de Leucemia. La segunda, una embolia. Esta versión, cuenta con el testimonio de una señora llamada Carmen Rea, quien al enterarse de la presente investigación por parte de Vestigios del Pasado, explicó cómo fue la muerte de la muchacha, ya que estuvo con su amiga antes de la muerte de Carmen Elena.
Historia de la Capilla de la Virgen del Níspero
Una capilla en honor al Virgen del Níspero en su propia casa
Posteriormente, la familia Aguilar decidió cuidar con celo este regalo, que lo catalogaron como un hecho divino. En este sentido, la señora Simona destinó un rincón de la sala de su humilde vivienda en el barrio El Calvario para hacerle un altar de la Virgen del Níspero, como comenzó a ser llamada.
Con el tiempo, la fe y la devoción aumentaron. Diariamente recibía en su casa personas para pedir oraciones y entregar ofrendas por favores concedidos de todas partes del país. Ese rinconcito de la casa se convirtió en una improvisada capilla llena de docenas de obsequios y regalos de alto valor.
Años más tarde, la señora Simona falleció por problemas de salud, específicamente un 11 de diciembre de 1981, según comenta la señora Minerva Ojeda. En esa casita, quedó viviendo Pablo Aguilar Morillo, hijo de Simona. Posteriormente, la casa fue vendida y dividida. Los vecinos comenzaron a organizarse entonces, para determinar quién cuidaría de la virgen.
Las primeras cuidadoras de la capilla de la Virgen del Níspero
La tarea fue encomendada a una de las hijas de la señora Simona, a Juanita y a su tía Laura. Sin embargo, según cuenta la señora Minerva Ojeda, la distancia y complicaciones por problemas de salud, llevaron a la aparición de otras colaboradoras, ellas fueron: Genoveva Ochoa, Miguelina Rodríguez de Hernández y Rosa Izaguirre, siendo esta la última y única curadora, protectora de la capilla, quien actualmente tiene 93 años de edad.
Curiosamente, según narran las versiones de Rosa Izaguirre, Minerva Ojeda, (hija de la señora Rosa) y Federico Rodríguez, en la capilla ocurrió un robo, a través del cual se llevaron la preciada reliquia, más una buena cantidad de regalos en oro y un copón donde estaba la virgen. Dicho sacrilegio fue reportado a las autoridades, pero no se logró encontrar a los responsables. Sin embargo, esto no fue necesario porque por extrañas razones, aún sin explicación aparente, volvió a aparecer en su nicho, la reliquia mariana.
Según explica la señora Minerva, la Virgen del Níspero, ha tenido tres coronas de oro, realizadas por el orfebre Severino Ramos López. Pero dos de ellas, fueron robadas, en momentos diferentes. La tercera, es la que actualmente está en calidad de seguridad y resguardo, para evitar su desaparición como las veces anteriores. Al mismo tiempo la señora Martha, esposa del orfebre, es una asidua colaboradora de la capilla. Entre sus aportes se pueden mencionar: manteles hechos por ella y la donación de bombillos, pintura y cortinas entre otros artículos.
Importante mencionar que la capilla que actualmente alberga la reliquia de la Virgen del Níspero, se construyó durante el periodo del ex gobernador de Carabobo, Henrique Salas Römer (1990-1996), como agradecimiento por haber sido electo.
Historia de la Capilla de la Virgen del Níspero
Los colaboradores de la nueva capilla de la Virgen del Níspero
Actualmente, esta capilla tal cual como la concebimos hoy se ha mantenido gracias a otros colaboradores, como Elio Meza (fotógrafo de la virgen y realizador de su pendón). Asimismo, un militar retirado llamado Lixander Tortolero y su esposa María Fernanda, todos los años le llevan una torta de la virgen. De igual forma, Rosa López y Juana Salazar, se dedican al mantenimiento y cuido del espacio. Entre los colaboradores también se encuentra otro fotógrafo de las actividades en la capilla, Orlando Guilarte y por supuesto, Minerva Ojeda, hija de la señora Rosa Izaguirre, quien curiosamente cumple años el mismo día de la virgen y asumió la responsabilidad de resguardar el recinto.
Otro de los colaboradores, considerado por todos como un hombre de mucha fe y creyente de la virgen, es el señor Silverio Cazorla Aguilar, nieto de la señora Simona, el cual donó dos imágenes del Dr. José Gregorio Hernández en agradecimiento a la Virgen del Níspero. Cazorla asegura que fue la virgen quien curó del COVID 19, al estar al borde de la muerte. Se puede decir que, es el único familiar en visitar con regularidad la capilla, además de donar las sillas plásticas, entre otras cosas.
Estas son las historias que hacen que una comunidad tenga un gran sentido de pertenencia, ya que consideran este lugar un recinto mariano único en Venezuela. Además, vale la pena destacar que, se trata de un sitio ubicado en la ciudad de Valencia que paradójicamente muchos valencianos desconocen, pero que está ahí, desde hace ya 87 años de aquel suceso que marcó la vida de sus habitantes.
Ciudad Valencia / Vestigios del Pasado / Fotos Diego Armando Trejo