“Un deporte otomaco” por Armando José Sequera

0
275
la mansedumbre-Armando José Sequera-Carrusel de curiosidades-hoatzín
Armando José Sequera, autor de la columna: Carrusel de Curiosidades

Mucho se ha hablado de los juegos de pelota precolombinos, de los mayas y los aztecas, como remotos antecedentes del basquetbol, pero muy poco se ha dicho de las competencias deportivas que realizaban nuestros indios otomacos, los antiguos habitantes del actual estado Apure y las regiones bañadas por el Orinoco.

Los otomacos estuvieron en guerra, durante años, con los caribes, a quienes impidieron su expansión hacia el sur del territorio que hoy ocupa Venezuela.

 

otomacos-indígenas-Venezuela

En cambio, vivieron en paz con el entorno, hasta el siglo XVIII, cuando misioneros españoles llegaron hasta ellos para evangelizarlos.

En el proceso de asimilación a las costumbres occidentales, los otomacos se extinguieron como etnia a comienzos del siglo XX.

 

En cuanto al juego de pelota mencionado, existe el testimonio del padre catalán Joseph Gumilla, autor de El Orinoco Ilustrado, quien en la primera mitad del siglo XVIII observó uno de tales partidos y, según describió, dicho deporte se jugaba entre dos grupos de 12 individuos cada uno.

 

LEE TAMBIÉN: “EL MUY LARGO DOMINIO”

 

Usaban una pelota grande de caucho que, con un leve toque, rebotaba tan alto como la estatura de un hombre.

Este tipo de competencia, en el que solo estaba permitido tocar la pelota con el hombro derecho, era muy popular entre la comunidad otomaca y se practicaba con bastante frecuencia.

Lamentablemente, la etnia de los otomacos hoy está totalmente extinta y, por ello, su llamativo juego de pelota se ha hundido en el olvido.

 

***

 

Armando José Sequera es un escritor y periodista venezolano. Autor de 93 libros, todos publicados, gran parte de ellos para niños y jóvenes. Ha obtenido 23 premios literarios, ocho de ellos internacionales (entre otros, Premio Casa de las Américas, 1979; Diploma de Honor IBBY, 1995); Bienal Latinoamericana Canta Pirulero, 1996, y Premio Internacional de Microficción Narrativa “Garzón Céspedes”, 2012).

Es autor de las novelas La comedia urbana y Por culpa de la poesía. De los libros de cuentos Cuatro extremos de una sogaLa vida al gratén y Acto de amor de cara al público. De los libros para niños TeresaMi mamá es más bonita que la tuyaEvitarle malos pasos a la gente y Pequeña sirenita nocturna.

«Carrusel de Curiosidades se propone estimular la capacidad de asombro de sus lectores».

 

Ciudad Valencia / Foto del autor: José Antonio Rosales