Del Medanal venimos-José David Capielo-EL 19 DE ABRIL-Simón Girán
José David Capielo autor de la columna Del Medanal Venimos

En este trabajo de inicio de febrero haré una pequeña semblanza del Mariscal de Ayacucho y General en Jefe Antonio José de Sucre, venezolano y nuestroamericano, nacido un 3 de febrero de 1795, harán mañana 229 años.

Sucre como prócer independentista jugó un papel relevante tanto en nuestra independencia del imperio español en Venezuela, como en la promoción y defensa de la Patria Grande Gran colombiana, diseñada y dirigida por nuestro Libertador Simón Bolívar.

Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá era oriundo de Cumaná (hoy estado Sucre). Hijo del Teniente Coronel Vicente de Sucre y de María Manuela de Alcalá, descendiente de una familia de clase alta con tradición militar. Sus abuelos, sus cuatro bisabuelos y buena parte del resto de sus ascendientes fueron profesionales castrenses. Su padre apoyó, desde sus inicios, la causa independentista.

Antonio José de Sucre a los 15 años (1810) se alista como Alférez en el Ejército Patriota y participa en la campaña de Francisco de Miranda, siendo ascendido a Teniente. Luego del fracaso de esta primera tentativa, huye a Trinidad, donde logra contactar al general Santiago Mariño, con quien se integra en 1813 en la organización del ejército de Oriente y la reconquista de Venezuela, logrando tomar Cumaná y ser ascendido a Teniente Coronel. Como edecán del general Mariño, asiste a un encuentro entre las fuerzas patriotas del Oriente y Occidente, en los Valles de Aragua. Se intentaba organizar una acción concertada en todo el territorio nacional.

Vendría luego la caída de la Segunda República ante la acción devastadora de José Tomas Boves, quien logra nuclear sectores de origen popular a su ejército realista y avanzar en bestial persecución y muerte contra los patriotas. Sucre en esa época se entera del asesinato de tres de sus hermanos y otros familiares cercanos a manos del bando realista.

Posteriormente se daría la recomposición de las fuerzas patriotas. En 1815, Sucre combate en Maturín bajo las órdenes del general José Francisco Bermúdez. Estuvo en Margarita, participó en Cartagena de Indias en la fortificación de esa ciudad, luego va a Haití, siempre en funciones militares, hasta su regreso a Venezuela, en 1816, ya ascendido a Coronel y jefe de su Estado Mayor.

En 1817 es nombrado Comandante de la Provincia de Cumaná. Llega un momento en que rompe relaciones con el General Mariño, por las contradicciones de éste con Bolívar. Se pone así a la orden directa del Libertador, con quien se identifica en la creación de la “Gran Colombia” como Patria Grande.

En septiembre de 1817, Bolívar lo nombra gobernador de la antigua Guayana y Comandante general del Bajo Orinoco. Luego va de nuevo a Cumaná como jefe del Estado Mayor. En 1819 lo ascienden a General de Brigada y es comisionado a ir a las Antillas en la consecución de pertrechos de guerra, misión que cumple exitosamente.

Va de nuevo con Simón Bolívar a la liberación de la Nueva Granada. Es nombrado por Bolívar como Comisionado en el Tratado de Regularización de la Guerra con el jefe realista Pablo Morillo y la firma del conocido armisticio en Trujillo. Posterior a la liberación de la Nueva Granada (y también de la liberación de Venezuela en Carabobo en 1821), en enero de 1822, Bolívar emprende la Campaña del Sur, donde el General Sucre sería pieza clave.

Debían liberar la parte sur de Nueva Granada, en lo que es hoy Ecuador. Posteriormente debieron liberar Perú ante la renuncia y encomienda de José de San Martín. Irían luego al Alto Perú, en lo que sería la futura Bolivia. Las Batallas de Junín (agosto 1824) y Ayacucho (diciembre 1824), de las que se conmemorarán este año 200 años, fueron determinantes en la expulsión de los españoles de estas tierras americanas.

Ayacucho fue la consagración de Antonio José de Sucre como estratega militar y allí se le otorgaría el título de Gran Mariscal. En los primeros meses de 1825, Sucre y el Ejército Patriota del Sur liberarían el Alto Perú. El 6 de agosto de 1825, Antonio José de Sucre sería el primer presidente de Bolivia.

Durante el periodo comprendido entre 1825 y junio de 1830, antes de su asesinato a los 35 años de edad, Antonio José de Sucre estuvo dedicado al servicio público, no tuvo vida privada. En octubre de 1826, cuando intentaba reencontrarse con su familia, fue requerido por la guerra ante un nuevo acoso contra la propuesta unionista bolivariana.

Se dice que Sucre fue político muy a su pesar, aunque nunca defraudó la confianza que se puso en sus ejecutorias. En estos años se intensificó la lucha interna por el poder político en las naciones ex colonias españolas. Así como en Venezuela triunfa el separatismo con José Antonio Páez, en el Perú, Ecuador, Bolivia y Nueva Granada, líderes locales, aliados con oligarquías dominantes, enfrentaron rabiosamente la alianza propuesta por Bolívar, al punto de conspirar en todas las formas hasta lograr la partición de cada territorio, que llevó incluso a conflictos limítrofes por años en estas naciones hermanas.

Antonio José de Sucre fue una víctima, junto al propio Libertador Simón Bolívar, de las acciones conspirativas y asesinas para truncar la labor unionista en América del Sur. Por eso atentaron contra Bolívar, en septiembre de 1828, en Bogotá, donde logra salvar la vida (luego agravaría su salud y muere a finales de 1830).

A Sucre le correspondió también enfrentar los personalismos de los caudillos locales separatistas. En abril de 1828, Sucre había sido objeto de un atentado en Chuquisaca (Bolivia), donde salió gravemente herido en el brazo derecho, que le quedó inutilizado para siempre. Los complotados exigían la renuncia de Sucre como presidente de Bolivia y este debió acceder a esto, dadas las circunstancias.

A inicios de 1829 fue requerido por Bolívar, desde Nueva Granada, y estuvo al frente del ejercito gran colombiano, que debió detener la ofensiva peruana al sur de Ecuador. Triunfa en Tarqui, cerca de Cuenca (Ecuador), donde luego de cinco meses de operaciones, derrota al ejército peruano, que lo duplicaba en tropas.

 

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Ya para 1830, Antonio José de Sucre, considerado sucesor de Bolívar, había decidido retirarse a la vida civil, para lo cual organiza su viaje desde Nueva Granada hasta Quito, para reunirse con su esposa y su pequeña hija. En ese trance, quienes le adversaban, organizaron el macabro plan para asesinarlo. La muerte de Antonio José de Sucre en la selva de Berruecos (4 de junio), tuvo un retardado juicio, iniciado en 1831, y doce años después fueron acusados el grupo de sicarios encabezados por el coronel Apolinar Morillo, quien confesó el hecho y fue fusilado, más el resto de ejecutores encarcelados.

No se logró inculpar a los autores intelectuales implicados, como los generales José María Obando y José Hilario López (ambos ocuparon luego la presidencia de Nueva Granada) e incluso el general Juan José Flores (posterior presidente de Ecuador).

Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, fue de una vida ejemplar y de lucha persistente por la Patria Grande, alevosamente traicionada. Antonio José de Sucre y su presencia infinita debe ser exaltado por siempre. Antonio José de Sucre, el “Mariscal del pundonor”, en palabras de Alí Primera, en su “canción cumanesa”, es un ejemplo revolucionario. ¡Honor y Gloria, Venceremos!   

 

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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.

La Universidad Politécnica Territorial de Falcón “Alonso Gamero” (UPTAG) publicó digitalmente, en noviembre de 2023, su libro “Del Medanal Venimos. Un ensayo autobiográfico reflexivo”.

 

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