Vuelo a lo invisible-Montejo-Mohamed Abí Hassan-columna Poesía en Compañía
La noche en la ciudad es oscura,
excepto por el brillo de los misiles;
silenciosa, excepto por el sonido
                                /del bombardeo;
aterradora, excepto por la promesa
          /tranquilizadora de la oración;
negra, excepto por la luz
/de los mártires.
Buenas noches.
                                                                           Heba Kamal Abu Nada
                                                                           (1991, La Meca-Franja
                                                                                        de Gaza 2023).

 

poeta palestina

Abrimos nuestra reflexión sobre el complejo conflicto palestino-israelí citando el último poema escrito en vida por la poeta palestina, novelista, bioquímica y activista feminista Heba Abu Nada, horas antes de ser asesinada el pasado 20 de octubre por el régimen neonazi-sionista judío de Benjamín Netanyahú.

En nuestra pasada entrega abordamos algunas claves para entender en toda su dimensión esta temática tan difícil de resumir en unas pocas cuartillas. No obstante, en la medida en que vamos adentrándonos, poco a poco se nos hace más claro dilucidar el origen y trascendencia de esta problemática que lleva poco más de 75 años enfrentando a dos pueblos hermanos, y que hoy día ocupa la atención mundial sin vislumbrarse una solución inmediata, amenazando con agravarse y extenderse peligrosamente más allá de sus fronteras, poniendo en juego también la paz de nuestro único planeta.

Es evidente que se maneja abundante información sobre esta confrontación a través de todos los medios de comunicación, redes, libros, revistas, foros, conversatorios, y demás recursos disponibles, lo que nos permite formarnos una amplia opinión en torno a ello.

No obstante, no deja de estar latente el riesgo de convertir dicho conflicto, a corto o mediano plazo, en un hecho noticioso más, como generalmente siempre ocurre en los medios cuando un acontecimiento desplaza a otro, perdiéndose así el interés que en verdad tiene, dada la gravedad del mismo, tan solo comparable con los días anteriores a las dos grandes guerras del pasado siglo XX.

 

Palestina-mujer-destrucción

 

Es casi increíble la capacidad que tiene el ser humano para adaptarse a cualquier situación extrema y hasta ser capaz de llevar su vida cotidiana de forma normal, como si no estuviese pasando nada. Al respecto cabe destacar que una característica del hombre de nuestros días es que ha perdido su capacidad de asombro. Se encuentra atiborrado de información. Al extremo de que cada mañana puede sentarse a la mesa a desayunar o degustar un café tranquilamente, mientras a través de la pantalla de su televisor o teléfono celular ve impávido, sin ser capaz de conmoverse, cómo en ese preciso instante, a cientos de kilómetros, sus hermanos se están exterminando o masacrando niños, mujeres y ancianos, demoliendo viviendas e infraestructuras, y bombardeando hospitales y escuelas por cosas sin sentido, ya que nada puede tener más valor que la vida de un ser humano.

 

Palestina-mujer-bandera 2

Aunque últimamente pareciera que este hombre mediatizado está despertando y reaccionando, cuestión que se evidencia en las grandes marchas de solidaridad con Palestina que se realizan todos los días en diversos países de los cinco continentes.

Luego de especular un poco en torno a este hecho es importante tener en consideración que esta confrontación reviste unas características muy singulares, destacadas por periodistas, analistas internacionales y Amnistía Internacional, entre otras fuentes consultadas.

Actualmente Palestina constituye el territorio más disputado del planeta por las grandes potencias; es el primer Estado moderno creado por una resolución de las Naciones Unidas sin contar con la aprobación de sus legítimos habitantes, desde tiempos remotos; este conflicto no puede catalogarse como una guerra entre palestinos e israelíes, sino como un genocidio del régimen sionista judío, debido a que Palestina no tiene ejército, es decir, es un enfrentamiento desigual entre un país desarmado y un país poderoso, con más de 200 bombas nucleares y un armamento sofisticado, además de contar con el apoyo de Estados Unidos y Europa.

Cabe recordar que atacar deliberadamente a civiles, llevar a cabo ataques desproporcionados y ataques indiscriminados que causan la muerte o hieren a civiles son crímenes de guerra.

Israel representa a un pueblo que sufrió crímenes horrendos a manos del nazismo, pero contradictoriamente ahora es protagonista de crímenes de guerra contra un pueblo que le tendió su mano amiga y le brindó un espacio donde vivir después de andar vagando en el exilio por diferentes geografías como consecuencia de la persecución nazi; posteriormente comenzó una serie de enfrentamientos con los palestinos, dando pie a una serie de guerras; miles de palestinos fueron expulsados de sus hogares, perdieron sus tierras y se convirtieron en refugiados en países árabes vecinos, o desplazados en Gaza y Cisjordania, convirtiéndose en la población de refugiados más antigua de la historia moderna.

 

 

El pueblo palestino ha sido despojado de más del 85% de su territorio a lo largo de 75 años de ocupación por los colonos judíos; tras la Guerra de los Seis Días se produjo un nuevo éxodo de medio millón de personas; los Acuerdos de Oslo, de 1993, se enmarcan en un proceso de paz que comenzó en Madrid en 1991, reconociéndose el Estado de Palestina por la ONU, previendo cinco años para alcanzar un acuerdo de paz permanente, pero no se consiguió. Se intentó de nuevo con los Acuerdos de Camp David, pero tampoco se logró.

Desde 2002, Israel ha levantado toda una serie de muros, bloqueos, puestos fronterizos y de cruce, y zonas restringidas para separar las zonas y el conjunto de Cisjordania e Israel para facilitar los trayectos y las comunicaciones entre los asentamientos de los colonos israelíes y torpedear la libertad de movimiento de la población palestina, aislándola sin que puedan tener acceso a nada más.

Gaza es la prisión más grande de la tierra, donde viven 1,6 millones de personas, de las cuales más de la mitad son menores de edad, siendo éste uno de los lugares más densamente poblados del mundo; el 35% de las tierras agrícolas y el 85% de sus aguas de pesca son total o parcialmente inaccesibles debido a las medidas militares israelíes; más del 90% del agua que consumen los palestinos no es potable y un tercio de los medicamentos esenciales están agotados; la población de Gaza se encuentra aislada del resto de territorios palestinos, muchos de sus residentes nunca han tenido la oportunidad de salir de su territorio.

Las políticas de desalojos  prohíben a la población palestina reclamar las propiedades que perdieron durante el conflicto de 1948, también permite exclusivamente a los judíos reivindicar tierras y propiedades, supuestamente propiedad de judíos en Jerusalén este antes del establecimiento del  Estado de Israel en 1948, permitiendo que se apropien de diferentes barrios. Los palestinos no pueden reclamar porque la Ley de 1950 se los prohíbe.

 

 

La política de desalojos forzosos  y destrucción de propiedades se lleva a cabo también en el resto de Cisjordania, pero con otro pretexto. En lugar de aplicar leyes, aplica ordenanzas militares, como la 1.797 o la 1.252, para demoler estructuras palestinas con un aviso previo de 96 horas, casi sin derecho a reclamar nada, y la segunda se utiliza para confiscar, sin previo aviso, dentro de los 90 días siguientes a su construcción; las estructuras palestinas demolidas o confiscadas son residencias, centros de saneamiento o higiene, centros sanitarios, refugios o instalaciones de abastecimiento  de agua; desde 1970, Israel ha declarado que el 18% del territorio de Cisjordania únicamente sirve para entrenamiento militar, por lo que nadie puede vivir allí.

En este mismo orden de ideas y debido a la importancia que tiene en relación con el tema, seguidamente citamos un fragmento de la carta de renuncia de Craig Mokhiber, director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York:

 

protesta-muro de los lamentos

 

“Esta será mi última comunicación oficial… Le escribo en un momento de gran angustia para el mundo, incluidos muchos de nuestros colegas. Una vez más somos testigos de un genocidio que se desarrolla ante nuestros ojos y la Organización a la que servimos parece impotente para detenerlo. Como alguien que ha investigado los derechos humanos en Palestina desde la década de 1980, vivió en Gaza como asesor de derechos humanos de la ONU en la década de 1990 y llevó a cabo varias misiones de derechos humanos en el país antes y después de esos períodos, esta situación me afecta personalmente.
 También fue en estas oficinas de la ONU donde trabajé durante los genocidios contra los tutsis, los musulmanes bosnios, los yazidíes y los rohinyás. En cada caso, a medida que se asentaba el polvo sobre los horrores perpetrados contra poblaciones civiles indefensas, se hizo dolorosamente evidente que habíamos fallado en nuestro deber de cumplir con los imperativos de prevenir atrocidades masivas, proteger a los vulnerables y hacer que los perpetradores rindan cuentas. Lo mismo ha ocurrido con las sucesivas oleadas de palestinos a lo largo de la existencia de las Naciones Unidas. Alta Comisionada, estamos fracasando una vez más…
En todo el país reina el apartheid. Este es un caso de genocidio de manual. El proyecto colonial europeo y etnonacionalista de colonización en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos vestigios de la vida palestina autóctona en Palestina. Lo que es más, los gobiernos de los Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto. Estos gobiernos no solo se niegan a cumplir con sus obligaciones de “garantizar el cumplimiento” de las Convenciones de Ginebra, sino que arman activamente la ofensiva, brindan apoyo económico, inteligencia y encubren política y diplomáticamente las atrocidades de Israel…”.

 

LEE TAMBIÉN: “Breve reflexión sobre el conflicto palestino-israelí”

 

Finalmente, podríamos decir que a través de esta declaración dada por el alto funcionario de las Naciones Unidas no hacemos sino corroborar lo planteado en esta breve reflexión sobre el conflicto palestino israelí, tema que seguiremos abordando en nuestra próxima entrega. ¡As Salaam Alaykum! (Que la paz sea contigo).

 

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Mohamed Abí Hassan (El Tigre, 1956). Poeta, artista visual y editor independiente. Licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas (cum laude), por la Universidad de Carabobo (UC). Ha ejercido la docencia en la UC y en la Universidad Arturo Michelena. Ha sido colaborador en las revistas Poesía y La Tuna de Oro (UC). Primer Premio II Bienal de Literatura Gustavo Pereira, Mención Poesía 2013; Primer Premio IV Bienal de Literatura José Vicente Abreu, Mención Poesía 2016; Primer Premio Concurso Nacional del II Festival 3.0 de Historias Comunales Ramón Tovar (2022).

Formó parte de la Comisión Rectoral del Encuentro Internacional de Poesía de la UC. Coordinó el Taller de Formación de Cronistas Comunales en Mariara, estado Carabobo, auspiciado por el Minci, la Revista Nacional de Cultura y el Centro Nacional de Historia. Actualmente se desempeña como facilitador de talleres de iniciación en la creación literaria, así como talleres sobre patrimonio histórico.

 

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