Vuelo a lo invisible-Montejo-Mohamed
Yo que no he tenido nunca un
oficio
que ante todo competidor me he
sentido débil
que perdí los mejores títulos para
la vida
que apenas llego a un sitio ya
quiero irme …
Rafael Cadenas /  Derrota / 1963

 

Abrimos esta tercera entrega sobre el Encuentro con Cadenas, publicado en la revista Poesía a mediados de la década de los 90, citando un fragmento de Derrota, poema emblemático de la historia de la literatura venezolana.

Resulta harto difícil referirnos a este poeta sin asociarlo con su obra más conocida, y si se quiere, nos atreveríamos a decir, más polémica, suerte de autorretrato en versos, donde podemos apreciar a un creador de alto vuelo en toda su desnudez,  a ratos ambiguo y contradictorio, tal como lo percibimos en nuestras primeras lecturas a través de los libros que pudimos conseguir en Caracas en el remate de las Fuerzas Armadas, hace ya muchas lunas y atardeceres.

Rafael Cadenas-ContestacionesEs importante destacar que ante esta suerte de boom de la poesía que estamos observando hoy día, con ojo avizor, hay mucha farándula y egos desatados por poeticas y poetastros. No obstante, aprovechando los quince minutos de fama que acertadamente vaticinó Andy Warhol con su acostumbrada ironía, estos recién llegados ven la poesía como una manera de sentirse importantes, y no como un oficio solitario que requiere de toda una vida, tal como verdaderamente y en toda su dimensión podremos apreciar en el transcurso de las preguntas y respuestas suscitadas durante este vuelo poético, con un auténtico representante de nuestras letras.

 

Responde Rafael Cadenas

Mohamed Abí: Quisiera hacerle una pregunta sobre el libro que usted tradujo sobre Whitman; que nos hablara sobre la experiencia que tuvo en Camden, en los lugares donde estuvo el poeta. Que nos explicara qué lo llevo a escribir ese libro, qué tiempo le llevó y la experiencia de la lectura de los autores que conocieron al personaje.

R.C.: Yo encontré en la biblioteca de la Universidad Central el libro de las conversaciones que Horace Traubel iba sosteniendo con él, entonces, en Boston, lo que hice fue conseguir otras fuentes para completar lo que ya tenía. En la biblioteca de la UCV hay todo un material valiosísimo sobre Whitman; yo no sé qué mano generosa fue la que lo donó.

Son libros de personas que lo conocieron, como el de Stevenson, y que no se encuentra en librerías ni en Estados Unidos.

Rafael Cadenas-Memorial

Yo estuve en Boston, gracias a una beca de la Fundación Guggenheim, y a mi esposa, porque sin ella no viajo. Utilicé mucho la biblioteca de Harvard, que es inmensa, tiene unos cinco millones de volúmenes. A veces me perdía y tenía que llamar a alguien para que me sacara del laberinto. Claro, los lugares por donde anduvo Whitman fueron otros; lo que sí pude conocer en Boston fue la casa de Emerson y la réplica de la casa de Thoreau, en Walden. En el sitio donde estuvo su casa lo que hay son piedras que los viajeros traen de donde vienen y arrojan como homenaje, y cerca está la réplica. Es mínima, allí hay una pequeña mesa, una cama y una chimenea, eso es todo. El se retiró a ese lugar para probar que era posible vivir solo, cosa que no les recomiendo a ustedes. Pasó allí dos años, tiempo en el cual escribió un libro muy importante: Walden.

 

M.A.: Yo tuve la oportunidad de leer en una Revista Nacional de Cultura, un capítulo de Walden. Ahora bien, ellos eran amigos, pero tenían ciertas diferencias. ¿Cuál cree usted, entre Emerson y Thoreau, quién era más grande?

R.C.: Lo que te puedo decir es que Thoreau se lee con más facilidad que Emerson. A mí el estilo de Emerson siempre me resulta difícil, tal vez por lo aforístico. Eso no me pasa con Thoreau, y en las conversaciones Walt Whitman tiene una página en que habla de ellos. Uno de sus amigos dice que quizás Thoreau va a perdurar más que Emerson. Pero es muy difícil responder tu pregunta. Quizás Thoreau es más escritor y Emerson es más pensador.

 

Jesús Machado: Con respecto al poema que usted leyó, “En este país”… Se dice que de alguna manera cuando se lee un poema se puede tocar a un ser humano, ¿qué grado de paternidad o acercamiento tiene usted con ese poema llamado “Derrota”? ¿A qué grado de proximidad o alejamiento se encuentra en este momento de ese poema?

 

R.C.: De ese poema me encuentro hoy bastante alejado. Considero que pertenece a un período de mi vida. Es decir, no me refleja hoy como en aquel momento, pero el poema sigue interesando a mucha gente, tal vez porque todos somos un poco derrotados. Incluso muchos escritores y poetas se identifican con él.

                          

Harry Almela: Pero con “Fracaso”, no. A mí me parece que “Fracaso” es un poema más personal y “Derrota” un poema más hacia afuera, más con referencia a la situación política del país.

R.C.: Bueno, yo lo escribí en un momento de gran depresión.

 

M.A.: ¿Usted lo escribió de un solo tirón?

R.C.: Sí, entonces lo dejé guardado, ni siquiera lo veía como poema, sino como algo que había escrito. Adriano González León me pidió un poema para Clarín, un periódico de izquierda de aquella época y no hallaba qué llevarle. Y le dije: está éste, pero no lo considero realmente un poema. Entonces Adriano lo leyó, y me respondió: “Este poema, ‘Derrota’, es el que vamos a publicar”. Él siempre tiene muy buena vista para estas cosas, es muy certero en sus juicios. El poema salió en un momento en que la gente sentía mucha desesperación, yo hasta he estado a punto de prohibir que se siga publicando.

 

M.A.: Ayer estaba hablando con un amigo, músico, y me dijo algo insólito: que quería ponerle música a ese poema.

R.C.: Pero el poema desde el punto de vista técnico no digo que es torpe, sino una monstruosidad lingüística, por ese que, que, que… incluso cuesta leerlo ¿no? El otro día lo grabaron, me pidieron que lo leyera, y yo pensé que no podía leerlo, pero parece que la lectura quedó bien. Entonces les dije a los que estaban grabando: no lo incluyan.

 

H.A.: Es curioso ese poema, porque cuando se lee sobre la historia de la poesía venezolana, siempre se cita como representativo de una generación. Es un poema de cierre y de apertura hacia otras cosas, siempre se menciona, siempre está ahí ese poema. Yo siento a “Fracaso”, que es el mismo tema, como más íntimo, como más personal, más cercano.

 R.C.: Es también escrito desde la depresión…

 

 

Finalizamos esta tercera entrega con la publicación completa del emblemático y polémico poema de largo aliento, Derrota, con el que abrimos nuestro Vuelo a lo Invisible con Rafael Cadenas, encuentro realizado entonces gracias a la intermediación de Harry Almela, poeta y amigo, muy cercano al Taller Literario y por siempre presente en nuestra memoria, más allá de las diferencias político-ideológicas.

 

LEE TAMBIÉN: “Vuelo a lo invisible con Rafael Cadenas (2)”

 

Rafael Cadenas-joven-Derrota

 

Derrota (1963)
Yo que no he tenido nunca un
oficio
que ante todo competidor me he
sentido débil
que perdí los mejores títulos para
la vida
que apenas llego a un sitio ya
quiero irme (creyendo que
mudarme es una solución)
que he sido negado
anticipadamente y escarnecido
que me arrimo a las paredes para
no caer del todo
que soy objeto de risa para mí
mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por
profesores de literatura
que un día pregunté en qué
ayudar  y la respuesta fue una
risotada
que no podré nunca formar un
hogar, ni ser brillante, ni triunfar en
la vida
que he sido abandonado por
muchas personas porque casi no
hablo
que tengo vergüenza por actos
que no he cometido
que poco me ha faltado para echar
a correr por la calle
que he perdido un centro que
nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreir de
mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quien me
soporte
que fui preterido en aras de
personas mucho más miserables
que yo
que seguiré toda la vida así y que
el año entrante seré muchas veces
más burlado en mi ridícula
ambición
que estoy cansado de recibir
consejos de otros más
aletargados que yo (“Ud. es muy
quedado, avíspese, despierte”)
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar
nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado
a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni
quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por
el pueblo
que no soy de las FALN y me
desespero por todas estas cosas y
por otras cuya enumeración sería
interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas
partes por inútil
que en realidad no he podido
casarme ni ir a París ni tener un
día sereno
que me niego a reconocer los
hechos
que siempre babeo sobre mi
historia
que soy imbécil y más que imbécil
de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que      
se ejecutaba en mí y no he podido
encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos
de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas
marchas y contramarchas        
que ansío la inmovilidad perfecta y
la brisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no
soy
que a pesar de todo tengo un
orgullo satánico aunque a ciertas
horas haya sido humilde hasta
igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el
mismo círculo
que me creí predestinado para
algo fuera de lo común y nada he
logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos
mi falsedad y no he podido
derribarme, barrer todo y crear de
mi indolencia, mi flotación, mi
extravío una frescura nueva, y
obstinadamente me suicido al
alcance de la mano
me levantaré del suelo más       
ridículo todavía para seguir
burlándome de los otros y de mí
hasta el día del juicio final.

 

                                                         

(Continuará). ¡Salud, Poetas!

 

***

 

Mohamed Abí Hassan (El Tigre, 1956). Poeta, artista visual y editor independiente. Licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas (cum laude), por la Universidad de Carabobo (UC). Ha ejercido la docencia en la UC y en la Universidad Arturo Michelena. Ha sido colaborador en las revistas Poesía y La Tuna de Oro (UC). Primer Premio II Bienal de Literatura Gustavo Pereira, Mención Poesía 2013; Primer Premio IV Bienal de Literatura José Vicente Abreu, Mención Poesía 2016; Primer Premio Concurso Nacional del II Festival 3.0 de Historias Comunales Ramón Tovar (2022).

Formó parte de la Comisión Rectoral del Encuentro Internacional de Poesía de la UC. Coordinó el Taller de Formación de Cronistas Comunales en Mariara, estado Carabobo, auspiciado por el Minci, la Revista Nacional de Cultura y el Centro Nacional de Historia. Actualmente se desempeña como facilitador de talleres de iniciación en la creación literaria, así como talleres sobre patrimonio histórico.

 

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