A propósito de haberse cumplido el pasado 2 de septiembre 119 años del nacimiento del poeta venezolano Alberto Arvelo Torrealba, realizaré una pequeña reseña de este virtuoso escritor y poeta, abogado, Doctor en Ciencias Políticas de la UCV (1935), además de político y diplomático.
Dentro de su vasta producción literaria destaca muy en especial su poema “Florentino y el Diablo”, que fue publicado inicialmente en 1940. Allí Narra cómo el llanero Florentino se bate a duelo en canto contrapunteando con el Diablo. Tiene tres versiones conocidas y múltiples adaptaciones realizadas para el teatro, cine y Televisión.
Alberto Arvelo Torrealba nació en la ciudad de Barinas, Venezuela. Hijo de Pompilio Arvelo y Atilia Torrealba. Es descendiente de una familia de poetas. Su madre Atilia, así como sus primos-hermanos Alfredo Arvelo Larriva y Enriqueta Arvelo Larriva, han destacado en estas lides.
Estudió primaria en su ciudad natal y secundaria en el Liceo San José de Los Teques, donde estuvo interno a los 16 años. Luego estudió en el Liceo Caracas de la capital de la república. Posteriormente entraría a la Universidad Central de Venezuela (UCV) a realizar estudios jurídicos (1927).
En 1929 fue detenido en el Castillo de Las Tres Torres de Barquisimeto, al ser acusado de participar en la Rebelión del General José Rafael Gabaldón (padre de Argimiro Gabaldón), en contra del dictador Juan Vicente Gómez. En 1935 se graduó de abogado y posteriormente obtuvo el Doctorado en Ciencias Políticas (UCV). Se casó en Acarigua, estado Portuguesa, con Rosa Benigna Ramos Calles y junto a ella procreó sus dos hijos, Alberto y Mariela Arvelo Ramos.
Alberto Arvelo Torrealba publicó su primer libro de versos, “Música de Cuatro”, en 1928. En 1929 aparece “Rezagos de un poemario extraviado en la cárcel”. En 1933 se publica su poemario “Cantas”, donde se incluyen cerca de 60 versos, incluidos “El Canoero del Caipe”, “Álbum de Mariela”, “Ojos color de los pozos” y “Juan Parao”. Luego publicaría en 1940 “Glosas al Cancionero”, donde se incluyen unos 15 versos, incluida la primera versión de “Florentino y el Diablo”.
Posteriormente vendría la segunda y más conocida versión del contrapunteo “diabólico” (“El Reto” y “La Porfía”). El destacado maestro, compositor y director Antonio Estévez (1916-1988), produjo su ejemplar obra musical “Cantata Criolla” (1954), versionando la letra de “Florentino y el Diablo”. Arvelo Torrealba recibiría el Premio Nacional de Literatura 1964-1965 por su libro “Lazo Martí, vigencia en la lejanía”. En 1968 fue incorporado como individuo de número en la Academia Venezolana de la Lengua. Un municipio del estado Barinas, situado en el piedemonte andino (capital Sabaneta), fue nombrado “Alberto Arvelo Torrealba”.
Ejerció distintos cargos públicos. Desde haber sido docente de castellano y literatura en varios liceos y colegios de Caracas entre 1935-1936, luego estuvo como Inspector Técnico de educación secundaria del Distrito Federal e Inspector de Educación Primaria en Barinas y Apure. En 1937 fue nombrado Secretario de Gobierno en el estado Portuguesa y posteriormente Gobernador de Barinas entre 1941-1945. En ese período se sanearon los cauces de los ríos Paguey y Masparro, además de reabrir el comercio con el territorio de los llanos de Occidente.
Fue Embajador en Bolivia en 1952-1953, además de Presidente del Consejo Técnico de Educación en 1940 y Ministro de Agricultura y Cría entre 1952-1953. Quienes le conocieron dan fe que el poeta vivió siempre con sobriedad y actuó con probidad en el ejercicio de los cargos de la administración pública. De de las responsabilidades donde estuvo, “salía más pobre, de cómo entraba”.
Volviendo a su obra literaria, se considera que el éxito de sus versos se explica por los temas sacados de la vida y el paisaje cotidiano de los habitantes de las llanuras venezolanas que conoció y vivió directamente, aún con la dedicación al resto de sus ocupaciones. Los especialistas hablan de su uso de formas métricas y estróficas de atractiva sonoridad y larga tradición popular, heredadas de nuestro pasado hispánico. Incluye el octosílabo, la copla, la décima o espinela y el romance.
Sus imágenes son muchas veces herméticas, producto de una elaboración rica y compleja, con los recursos de una vasta cultura. Se considera poeta de la tradición de los llamados “aedas del llano” (o “poeta de la llaneridad”). En su natal Barinas funciona desde 1981, el Museo de la Cultura “Alberto Arvelo Torrealba”, cercano a la Plaza Bolívar, como centro de actividades tradicionales y folklóricas múltiples.
La salud del poeta Alberto Arvelo Torrealba se fue deteriorando y ya para 1969-1970 su situación era deplorable. Le fue amputada la pierna izquierda y conservando siempre su buen humor, señalaba que “ya Barinas tiene su cojo”. Llegó a escribir: “La pata metió la pata/y tanta vaina echó/que por torpe o ingrata/bisturí se la sopló”.
En 1967 la UCV edita su “Obra poética”, en una selección que incluyó poemas inéditos. El 28 de marzo de 1971, a los 65 años, fallece en Caracas el poeta Arvelo Torrealba. En 1972, Monte Ávila Editores publica la Antología Regional en su Colección Eldorado. En 1982 con auspicios del Banco Industrial de Venezuela se publica “Florentino y el Diablo” en sus tres versiones (1940, 1950 y 1957).
En 1985 la Editorial Vitrales reedita “Florentino y el Diablo”, igualmente en sus tres versiones. En 1999 se publica “Obra Poética” en Monte Ávila Editores Latinoamericana, que reúne la obra completa del autor. Esta última editorial publicó en 2005, una Antología Poética de Alberto Arvelo Torrealba, con la segunda versión de “Florentino y el Diablo”.
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Finalmente traigo a colación en forma resumida los dos últimos versos del poema “Florentino y el Diablo” (1950). Florentino desafiante señala que él marca su rumbo y “que no manda marinero/ donde manda capitán”. El Diablo replica: “Donde manda capitán/ usted es vela caída,/ yo altivo son de la mar/ Ceniza será su voz,/ rescoldo de muerto afán/ sed será su última huella/ náufraga en el arenal,/ humo serán sus caminos,/ piedras sus sueños serán,/ carbón será su recuerdo,/ lo negro en la eternidá,/ para que no me responda/ ni se me resista más,/ Capitán de la Tiniebla/ es quien lo viene a buscar”.
Finaliza Florentino triunfante con: “Es quien lo viene a buscar. /Mucho gusto en conocerlo/ tengo señor Satanás./ Zamuros de la Barrosa/ salgan del Alcornocal/ que al Diablo lo cogió el día/ queriéndome atropellar./ Sácame de aquí con Dios/ Virgen de la Soledá/ Virgen del Carmen Bendita,/ sagrada Virgen del Real,/ tierna virgen del Socorro,/ dulce Virgen de la Paz,/ Virgen de la Coromoto,/ Virgen de Chiquinquirá, /piadosa Virgen del Valle,/ santa Virgen del Pilar,… En compases de silencio/ negro bongo que echa andar/ ¡Salud, señores! El Alba/ bebiendo en el paso real-”. Representa que al final vence el bien sobre el mal.
¡ESTO ES LO QUE SE INTENTA HOY DÍA, EN NUESTRA PATRIA LIBRE Y SOBERANA!
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José David Capielo Valles es ingeniero agrónomo y magíster en Desarrollo Rural, egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Campus Maracay. Nacido en Coro, estado Falcón, en 1949. Es docente jubilado de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo Canoabo (2016). Es locutor, comunicador alternativo y colaborador de Ciudad Valencia desde 2014.
La Universidad Politécnica Territorial de Falcón “Alonso Gamero” (UPTAG) publicó digitalmente, en noviembre de 2023, su libro “Del Medanal Venimos. Un ensayo autobiográfico reflexivo”.
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