¿Por qué funciona tan mal la humanidad?, una de las frases más demoledoras de Mafalda que marcó su popularidad durante varias generaciones y que hoy sigue siendo fuente de inspiración para muchos jóvenes del mundo que cuestionan la injusticia y la desigualdad.
Y es que no ha cambiado mucho la humanidad desde entonces. La Guerra Fría, característica de los años ’60 del siglo XX, década en la que se publicó por primera vez la historieta, nos dejó ver como Oriente y Occidente se confrontaron militarmente por el control político y expansión de sus economías. Hoy estas tensiones diplomáticas siguen vigentes a través de una nueva expresión de Guerra Fría de orden comercial.
Mafalda cuenta las vicisitudes de la vida de una niña que nace en el seno de una familia argentina clase media, que como otros niños tiene amigos, hermanos, va a la escuela, pero que, por su forma de ser, cuestionadora de la realidad, inspiró a muchos jóvenes latinoamericanos por su mirada irreverente de la vida.
La historieta fue publicada por primera vez el 29 de septiembre de 1964 en el diario Primera Plana y se editó durante nueve años consecutivos tratando temas de la guerra, la contaminación ambiental, el feminismo, la desigualdad social, que dan cuenta del espíritu irreverente de una época social y políticamente convulsa.
Esta historieta atemporal, creada accidentalmente por Joaquín Salvador Lavado, conocido popularmente como Quino, de padres españoles y nacido en Mendoza, cuenta la historia de una niña que odiaba la sopa y siempre le llevaba la contraria a los adultos haciendo preguntas incómodas.
Una de sus temáticas principales es la crítica social. Explica de manera sencilla temas de orden mundial como: conflictos geopolíticos, la guerra, la contaminación del planeta (lo que hoy conocemos como el cambio climático) y nos invita a reflexionar sobre el comportamiento de la humanidad y de sus gobernantes.
Mafalda siempre es irónica. Cuestiona al mundo a través de preguntas desagradables:
¿Se han acabado el hambre y la pobreza en el mundo?, ¿Buen día, ¿se han abolido ya las injusticias terrestres? Estas interrogantes de su creador plantean conflictos morales y políticos vigentes a los que nadie quiere responder.
También plantea temas como valores familiares, el feminismo y el papel de la mujer en la sociedad, el amor, la política y la vida cotidiana.
Parte de esta historieta podemos apreciarla en la muestra “El mundo de Mafalda”, que se inauguró en los espacios del Museo de la Cultura de Valencia y que estará abierta al público hasta el 12 de marzo. Se trata de una muestra que viene viajando por América Latina y llega a Valencia a través de un acuerdo institucional entre la Gobernación de Carabobo, la productora Focus producciones y el Museo de los Niños de Córdoba, Argentina.
La propuesta fue planteada a la Gobernación del estado Carabobo y arribó a Venezuela en diciembre del año pasado, para ser parte de la reinauguración del Museo de la Cultura, espacio restaurado recientemente.
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Se trata de una muestra creada por la curadora Sabina Villagra, directora del Museo de los niños de Barrilete, Córdova, aprobada por el propio Quino, que nos propone una lectura de los momentos fundamentales en la vida de Mafalda planteados como: Mafalda y los mundos, donde nos muestra la preocupación del personaje por la humanidad: la contaminación ambiental y su preocupación por detenerla, Los juegos, en el que hace referencia al cambio que vivió la generación de los años ‘60 cuando la televisión y las computadoras pasaron a desplazar los juegos tradicionales, Los gustos y digustos de Mafalda, donde se deja ver la sinceridad de Mafalda, su punto de vista frente a temas polémicos como la política, la guerra, la comida, la música, su vida familiar con padres y amigos, y Mafalda hoy, espacio que nos invita a mirar la realidad del mundo por la década de los años ’60 y cómo estos conflictos siguen teniendo vigencia.
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Vielsi Arias Peraza, Valencia, Venezuela (1982), docente egresada de la Universidad de Carabobo (UC) Mención Artes Plásticas. Ha publicado Transeúnte (2005), colección Cada día un Libro, editorial El Perro y la Rana; Los Difuntos (2010), editorial Fundarte, galardonado con Mención Honorífica Premio Nacional Estefanía Mosca; Los Difuntos (2011), reedición del sistema de imprentas regionales de Carabobo; La Luna es mi pueblo (2012), editorial El Perro y la Rana; Luto de los árboles (2021). Ha publicado también en distintas revistas nacionales literarias y académicas como: Cubile, A plena Voz, Revista Estudios Culturales UC, entre otras. Actualmente coordina la Plataforma del Libro y la Lectura del Ministerio de la Cultura en el estado Carabobo.
Ciudad Valencia / Foto de la autora por Luis Felipe Hernández
